lunes, 6 de junio de 2011

SOBRE EL CONSTRUCTIVISMO SOCIAL



El constructivismo social de Vygotsky pone el énfasis en el valor añadido que aporta la interacción, no sólo alumno-profesor, sino dentro del grupo de alumnos (interacción alumno-grupo). En concreto, Vygotsky observa que el origen de las facultades que posibilitan el aprendizaje está en la relación entre personas: Toda función (...) aparece dos veces: primero, a nivel social, y, posteriormente, a nivel individual; primero, entre personas (interpsicológico) y después dentro del niño (intrapsicológico). Esto es válido también para la atención voluntaria, la memoria lógica, y la formación de conceptos. Todas las funciones superiores surgen como relaciones reales entre individuos."

Otro concepto importante introducido por Vygotsky es el de la zona de desarrollo próximo (Zone of Proximal Development, ZPD), que es un nivel de desarrollo que se alcanza en la interacción social. El desarrollo completo de la ZPD sólo se consigue mediante la interacción en el grupo (interacción social completa), de forma que la capacidad que se puede obtener en un medio social, ya esté basado primeramente en la función orientativa del profesor o tutor, ya en el aprendizaje compartido de trabajos en equipo, etc. es mucho mayor de la que se conseguiría con el aprendizaje en solitario.

La teoría del aprendizaje social de Vygotsky se resume en que cada estudiante puede ser constructor de su propio aprendizaje si cuenta con la ayuda de un mediador competente. Este mediador es responsable de que la transmisión de información se haga de forma correcta (sin errores) y de colocar al alumno en un entorno de interacción social completa mediante trabajos en equipo, debates y otras actividades que permitan el aprendizaje compartido.

El contrapunto a las teorías constructivistas clásicas lo pondrán Ausubel y su Teoría de la Recepción Significativa o Teoría del Aprendizaje Verbal Significativo. El aprendizaje receptivo significativo (aquel en el que los contenidos son expuestos ante el alumno, no descubiertos por éste, pretendiéndose además que el estudiante no se limite a memorizar la información) es, según Ausubel, el mecanismo por excelencia en el ser humano (sobre todo adulto) para adquirir y almacenar ideas e informaciones.

Muchas de las ideas de Ausubel no acaban de encajar bien con algunas de las actuales tendencias en la enseñanza y el aprendizaje, debido a su énfasis en lo que podría denominarse la elocución del profesor en la clase tradicional (lecture en inglés), en la lectura estructurada y en la aceptación de la instrucción dirigida. Sin embargo, y pese a estas importantes diferencias, Ausubel se basa en las teorías de Piaget para explicar sus ideas, aunque su aproximación es más práctica que teórica, pues busca un medio de presentar contenidos significativos ante los alumnos.

La teoría de Ausubel trata de cómo los materiales (orales o textuales) son aprendidos en el contexto de una clase o en el caso del autoestudio. Ausubel arguye que aprender nuevos materiales depende en gran medida de las estructuras cognitivas preexistentes en el aprendiz, esto es, de lo que la persona ya sabe. De esta forma, la información nueva será más significativa y fácilmente aprendida si está relacionada con los conocimientos previos del estudiante. En suma, el aprendizaje significativo tiene lugar cuando la nueva información se enlaza con informaciones previas existentes en la estructura cognitiva del aprendiz, adquiriendo sentido para éste en el proceso. Uno de los mecanismos instruccionales principales que propone Ausubel es el empleo de Organizadores Previos. Estos organizadores se presentan ante el estudiante antes de realizarse el aprendizaje propiamente dicho, y se caracterizan por un mayor nivel de abstracción, generalidad y completitud que el de los materiales a aprender. Los contenidos de estos organizadores se seleccionan sobre la base de su conveniencia para explicar, integrar e interrelacionar los materiales a los que preceden, de forma que refuercen la organización de la estructura cognitiva. Es interesante resaltar que, para Ausubel, los organizadores previos no son meros resúmenes que simplemente resaltan las ideas principales. Los organizadores previos han de actuar como un puente entre los nuevos materiales a aprender y las ideas preexistentes en la mente del estudiante. Los experimentos de Ausubel muestran que, al proveer "puntos de anclaje" en la estructura cognitiva del aprendiz, facilitan el aprendizaje y la retención de nuevos materiales, siendo este efecto positivo aún mayor en el caso de estudiantes con una habilidad verbal relativamente pequeña (los estudiantes más hábiles también se ven beneficiados, pero en menor medida, pues son más capaces de organizar ellos mismos los nuevos materiales). Estos beneficios se verán incrementados si el diseñador formula los organizadores previos en términos con los que el aprendiz esté familiarizado, esto es, empleando conceptos que ya están presentes en su estructura cognitiva.

Cómo se ha comentado, las teorías de Ausubel se aplican fundamentalmente (y casi exclusivamente) a la enseñanza expositiva. Sus principios para esta tarea de presentación, algunos de ellos ya lugar común en el mundo de la docencia, incluyen:

a) Las ideas más generales deberían ser presentadas al comienzo de la lección.
b) La instrucción debería integrar los nuevos materiales con información que haya sido previamente presentada o aprendida.
c) Los instructores deberían emplear organizadores previos al enseñar un nuevo concepto.
d) Los instructores deberían usar multitud de ejemplos, concentrándose en las similitudes y en las diferencias.
e) Lo que el estudiante ya sabe es el factor más importante de cara al aprendizaje posterior.

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