viernes, 21 de enero de 2022

LA INNOVACIÓN vs LA FORMACIÓN


 

Es curioso cómo cada vez nos damos más cuenta que estamos inmersos en una época de cambios brutales; ahora todo se le achaca a la pandemia y todo es cuestionable, cambiable y deformable.

Opinar está bien, siempre que tengas argumentos consolidados y estés informado o formado en la materia. Esto nos da pie a realizar un acto de escucha activa en el que podemos extraer aspectos curiosos y tener en cuenta algún argumento con el que no contábamos.

Dicen los flamencos: "Amo a escuchá", cuando un cantaor inicia su actuación y solo oyes el murmullo del público, aquí se quiere centrar la esencia, quitar lo supérfluo, eliminar el ruido y quedarte con lo importante para disfrutar del fin: el cante.

En la vida cotidiana, es lo mismo. Hay mucho ruido, hay mucho murmullo, hay mucho de superfluo, lo esencial está tapado. Intentamos lo mismo día a día; mismas tareas, mismo resultado. Rutinas y costumbres.

Sabemos que los caminos son infinitos pero solo usamos uno. El que hemos venido utilizando desde siempre, es más cómodo, no hay que pensar, no hay que diseñar nuevas estrategias, ¿para qué? si llegar, llego.

Pero, ¿y si, con otra estrategia mejoro la anterior y llego mejor?... no se trata de llegar antes, es llegar mejor. ¿Y si aplico lo aprendido en otro ámbito y mejoro en algo este proceso?.



Para lograr este cambio, que implica salir de la zona de confort y llegar a la de aprendizaje, es necesario que se produzca un proceso de escucha activa, que analicemos el proceso y tengamos la iniciativa de ponerlo en marcha.

Estos pasos anteriores provocan que haya motivación, y luego acción. ¿Somos decididos, audaces, atrevidos, consecuentes?, Tenemos esa capacidad de análisis y síntesis, sabemos interconectar experiencias anteriores para generar nuevos pensamientos y nuevas acciones?, ¿sabemos pensar?.


Cada vez te estoy enredando más... pero si eres capaz de responder, a casi todo, con un sí, eres una persona innovadora, alguien que es capaz de sacar conclusiones prácticas y aplicarlas en diferentes contextos. Alguien que sabe que esos cambios brutales que mencionaba en la primera línea de esta entrada de blog, son la chispa que encenderá la llama de la motivación y harán que llegue a crear algo diferente que mejore una acción anterior.

Claro!, llegar hasta aquí te habrá costado lo tuyo... ¿te enseñó la escuela?, ¿te enseñaron a pensar?, ¿a escuchar?. Posiblemente sí lo hicieron, sería en un "sin querer", en ese currículum oculto que no está escrito, que no es oficial, que pertenece a la voluntad o modelaje de algún/a profesor/a que trasmitiera con su día a día este modelo conductual. Porque dentro de los planes de enseñanza no hay objetivos específicos que nos lleven a la enseñanza de la innovación. Ni siquiera como trasversalidad descrita. Y si oímos los datos actuales sobre enseñanza... algo hay que hacer


Lo tenemos pendiente, y ya claro, rozando la actualidad y leyendo entre líneas, la desaparición reciente de la asignatura de informática del bachillerato provocaría un retraso en la formación de capacidades, acorta el proceso de innovación, de búsqueda de alternativas para solucionar conflictos con aplicaciones, con merma de competencias básicas que le sería al alumnado de mucha utilidad de cara a su futuro laboral. 

Pobres administraciones que acojan a personal sin esas competencias ya adquiridas. 

Viendo el panorama de las líneas de actuación de las universidades... me inclino por el cambio de paradigma hacia una enseñanza más colaborativa y basada en aprendizajes significativos, que son los que hacen fijar más los contenidos pues se perciben por más sentidos; José Luis Alonso Andreano escribe un artículo sobre el cambio en las universidades (ver aquí). Y no debemos dejar a la universidad por detrás de la tecnología ( artículo de Koldo Echebarría) . Y es que las organizaciones están vivas, las forman personas, transformar esas estructuras obedecen a la necesidad del cambio para la mejora de la calidad de sus servicios, porque el mundo cambia y es un proceso adaptativo (tal como decía Piaget).

Sabemos que la administración pública tiene un camino trazado y cada día ese camino se hace más largo si nuestro futuro no nos acompaña de cerca: la apuesta por los nuevos empleados públicos y su formación y currículum, sus competencias y capacidades; lo tenemos complicado. Os aconsejo la lectura de la última revista de novabob y veréis cuál es el camino: pincha aqui. También hay definido lo que tenemos y lo que nos queda. (ver Jesús Martínez)

En resumidas cuentas, ¿tenemos la innovación como una asignatura pendiente?, "Amo escuchá".

(imágenes libres y gratis de https://pixabay.com/es/)