martes, 14 de junio de 2011

La enseñanza de excelencia


Educar en la élite es la propuesta de muchos "ideólogos" que creen que es la panacéa de la salida de España de esta particular "crisis" educativa que padecemosdesde hace tiempo.
Si bien es cierto que nos luce el pelo en cuestiones educativas, solucionarlo a base de fragmentar la educación en buenos, regulares y malos no es la opción válida en una sociedad plural e igualitaria como la que hemos logrado, y trabajo ha costado después de pasar más de 40 años de represión y encierro con un régimen totalitario.
Volver a recrear un sistema que discrimine socioeconómicamente a la población no ayuda a tener un futuro mejor. Puede que a los "excelentes" sí, pero son minoría.
La creación, como propuesta, de un bachillerato de excelencia de carácter público en los que se trabaje y practique la nobleza, la libertad y el esfuerzo, hace que el bachillerato "no excelente" tenga asumido ser lo contrario: retrógrado, rígido y fácil. Y no es así.
Sí creo que la excelencia debe de darse en todo el sistema educativo español, debe de trabajarse desde todas las perspectivas para conseguir que el alumnado consiga la excelencia; para ello hay que implicar a políticos que luchen desde la base: una buena inversión desde los presupuestos del Estado, hasta llegar al objetivo final: presupuesto para investigaciones españolas y salidas profesionales acordes con las titulaciones universitarias que se ofertan en cada promoción.
La calidad en la enseñanza pasa por tener un alto grado de competencia, para luego obtener resultados competitivos fuera de nuestras fronteras. No vale con desmarcar a unos pocos y convertirlos en deportistas de élites, vamos a convertir las escuelas públicas en centros de alto rendimiento. Todas, para que cualquier chaval/a, sea cual sea su condición y posición tenga la oportunidad del acceso a una enseñanza de calidad.

2 comentarios:

Buenas ideas dijo...

Hola. He formado parte, durante muchos años, del APA del colegio Reina de la Paz, de San Fernando. Un colegio público, por supuesto. Apuesto siempre por la enseñanza pública, y desde siempre me negué a llevar a mis dos hijos a un colegio religioso, que incluso tenía más cerca de mi casa que el Reina de la Paz... No creo, pues, que la enseñanza "pública" sea peor que la privada, ni que tenga nada que envidiar, sino todo lo contrario.
Distinto pienso, sin embargo, de la Universidad, que, a mi parecer, es un auténtico desastre educativo, y en el que, si pudiera, sí optaría por la universidad privada.
En cualquier caso: SÍ a lo público, pero en serio; el que quiera una enseñanza elitista, religiosa, ó más "acorde" con sus ideales, estupendo... pero que se lo pague. El resto de ciudadnos no tiene porqué contribuir a esos ideales.

José Mª Diánez dijo...

La heterogeneidad no tiene que estar vinculada al fracaso, el sistema educativo tiene que analizar sus debilidades y el Estado debe hacer una fuerte apuesta por el futuro, será una inversión que garantiza la potencia del país. Por supuesto SÍ A LO PÚBLICO