sábado, 9 de mayo de 2009

A por un B-Learning más seguro


Después de analizar críticamente las redes sociales y su nivel de "seguridad" por llamarlo de alguna manera, me planteo una reflexión: si esto ocurre con un red social, ¿puede pasar algo parecido con un plataforma de teleformación?, ¿podemos confiar plenamente en todo lo "colateral" para asegurar nuestro entorno de aprendizaje?, ¿Cómo podemos asegurar a nuestro alumnado un nivel aceptable de que sus datos están seguros con nosotros, y, que no habrá nadie que burle la LOPD y nos la juegue?.

Y, de los contenidos en cada curso... ¿están seguros?.

La respuesta a todo esto la posibilita un buen contrato de confidencialidad que blinde a las personas que pululan por la plataforma, no admitir invitados, realizar matriculaciones desde la administración y no permitir automatriculaciones en cursos, ni siquiera desde dentro de la plataforma. Creo que esto debe incluir también al alumnado, este cotrato de confidencialidad se hace efectivo desde el momento en que reciben las claves de acceso y una advertencia legal no vendría mal.

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