martes, 14 de marzo de 2017

SER INNOVADOR

Desde hace muchos años mi idea de una administración no pasaba por tener una rigidez impuesta acerca de la forma de hacer las cosas; sin salirme de lo legalmente establecido, notaba que la manera de abordar el día a día podía ser distinto.
No me servía la expresión: "Se hace así porque se hace desde siempre" o "como nos ha ido bien no hemos cambiado nada", sin llegar a analizar ese "nos ha ido bien"; yo intentaba buscar, sobre todo, el ahorro de tiempo en la mecanización de las tareas administrativas y de proyectos.
Siempre he dedicado un pequeño tiempo de mi jornada en la búsqueda de nuevas formas de hacer las cosas, de nuevos modelos de acción, de nuevos diseños,..
En la creencia de aportar un soplo fresco y algún mecanismo que acomode una jornada de trabajo, he ido desarrollando la mía, cumpliendo con mis obligaciones laborales, al tiempo que investigaba nuevas formas de hacer.
Y en esa búsqueda me topé con la INNOVACIÓN, con la manera de ir transformando la administración en una ventana abierta para que entre todos se produzca la construcción de un nuevo pensamiento más cercano a la ciudadanía.
De esta manera me interesé por estos temas y firmé el compromiso del innovador:


Como innovador en las AA.PP,
Me comprometo:
A creer que una administración mejor es posible y no rendirme nunca en la demanda de mejoras y cambio
A fomentar la transferencia de conocimiento, la cultura de cambio y la innovación abierta
A promover la eficiencia y los principios éticos
A mantener una actitud de aprendizaje continuo, beta permanente, dispuesto al cambio y no cerrarme a nuevas oportunidades, abriendo ventanas dónde me encuentre puertas cerradas
A colaborar e interoperar, a forjar conexiones con todos aprovechando sus potencialidades y buscar y apoyar a aquellos que compartan estos compromisos
 
En el trabajo
Me comprometo:
A implicarme en las nuevas iniciativas, conseguir objetivos y a aceptar el fracaso
A analizar cada situación como si fuera nueva huyendo del “siempre se hizo así”
A integrar el capital intelectual disperso alrededor de nuevos proyectos
A no condicionarme por políticas o jerarquías y trabajar por aquello en lo que creo
A formarme y buscar la excelencia 
Con el equipo
Me comprometo:
A potenciar la creatividad y estar abierto a nuevas propuestas
A fomentar un entorno participativo y la implicación del equipo
A escuchar, compartir y delegar, a generar confianza y a confiar
A fomentar el gusto por el trabajo bien hecho
A motivar, a formar e informar
 
Con la administración
Me comprometo:
A poner en práctica los valores de lo público: equidad, servicio, transparencia y colaboración tanto hacia adentro como hacia afuera
A hacerlo de forma simple, rápida y ubicua
A trabajar con criterios de legalidad, transparencia, eficiencia en el gasto y solidaridad
A mantenerme formado y a pedir y dar ejemplo de excelencia en el trabajo
A prestigiar y humanizar mi administración, mejorar su valoración por los ciudadanos y trabajar por sus objetivos
 
Con los ciudadanos
Me comprometo:
A situar al ciudadano en el centro de mi actividad profesional
A escucharle fomentando los canales de participación y comunicación
A buscar y apoyar las mejores soluciones, facilitando su acceso a los servicios públicos
A hacerles participes, coautores y corresponsables del diseño y prestación de los servicios públicos
A tratar a cada persona como individualidad, con ética pública, transparencia y agilidad

Creo que es algo que he ido haciendo desde siempre, que este compromiso no es más que un decálogo ya asimilado, pero expresado por escrito y listado; para mí es fácil asumirlo ya que nace de una lógica que el tiempo ha madurado y mecanizado.
Lo dejo aquí para que haga su labor de análisis por parte de todas aquellas personas que trabajan con personas o para las personas (la administración la formamos personas, y los cambios se producen en ellas, si no hay cambio, no hay avance).